martes, 30 de agosto de 2022

Las tortugas son afectuosas

 Tengo tres tortugas. Ofelia y Aquiles mucha bolilla no me dan, como no sea para venir a comer cuando les llevo el zapallo. Camilo, el más grande, sí me demuestra cierta atención. Me sigue por toda la casa y no importa cuán lejos esté yo, se hace el recorrido hasta terminar sobre mi pie, y no lo hace con nadie más de la familia, sólo conmigo. Si me traslado de aquí para allá, desanda su camino para seguirme en la otra dirección. La consigna es terminar sobre mi pie y quedarse ahí, algo que suele causar dolor, él es pesado y muy duro, y eso sucede en verano, cuando las tortugas despiertan de su letargo, y mis pies andan en chinelas o sandalias…

Para mí, es una especie rudimentaria de afecto. Le acaricio el caparazón y se regodea balanceándose. Se sabe que el caparazón de las tortugas está lleno de terminaciones nerviosas, así que sé que me siente muy bien y lo demuestra.

¿Es normal que mi perro quiera dormir con peluches?

 En mi casa, sí es normal.

Estoy agotado.

Voy creciendo.

Ya soy grande.

—¿Vamos a jugar?

—No, son las doce de la noche.

—😕

A la hora de salir de casa

 Cuando debo trabajar fuera de mi casa o hacer mis diligencias, a mis chicos caninos les digo "Enseguida vuelvo”. Siempre, así salga por un minuto como por un mes. “Enseguida vuelvo” es para que sepan que salgo y que me esperen y, sobre todo, que no salgan al jardín. A mis perros les encanta salir corriendo al jardín así se abra la puerta cincuenta veces al día. Salen, otean y regresan. El “enseguida vuelvo” los deja sentados en donde están, ya que esta salida es solamente mía. Y me consta que me esperan.

lunes, 29 de agosto de 2022

La voz de la autoridad

 El dueño —la persona a quien el perro considera que lo es— tiene, si lo educó bien, la autoridad total. Los demás miembros de la familia que le dan órdenes y a quienes obedece, son sólo "prolongaciones" de su dueño. Obedecerá, si quiere, o forzado, o de mala gana, o después de "pensarlo" dos segundos, pero no lo hará al instante, como a su autoridad máxima.

No sólo los pastores alemanes, sino casi todo perro, de raza o mestizo. Los códigos son los mismos. La diferencia está en que el pastor alemán está normalmente más adiestrado porque los humanos ponen más empeño en él, nada más.

Es muy fácil comprobarlo. Observá la habitación, toda la familia está sentada, charlando. El perro está echado, reposando tranquilo y hasta dormido.

Cualquier miembro de la familia se levanta y sale del cuarto, el perro no se moverá. No vale hacer trampa invitándole a jugar o a darle un bocadillo, hagamos la prueba en serio. Levántense solamente para salir un momento de la habitación.

Si se levanta el dueño, el perro se levantará en el acto para seguirlo, no falla. No importa si está dormido, se despertará "mágicamente" y lo seguirá, así salga su dueño diez veces de la habitación.

Por eso, cuando se le da una orden al perro, los demás no deben interceder, ni siquiera el que es considerado como dueño. Si alguno intercede para "ayudar", mina la autoridad del que dio la orden. En mi casa mis hijos están muy instruidos al respecto. Yo soy la dueña, pero si mi hijo da una orden, me quedo callada para que se cumpla. El perro me mirará buscando la aprobación y al ver que no digo nada, obedece a mi hijo. Ahí está la clave: mi hijo es mi prolongación.

De esta manera se establece un orden para la familia, la casa, el perro mismo, que está tranquilo porque siempre sabrá a qué atenerse.

Pequeños engaños de nuestras mascotas

 He vivido estas experiencias, de modo que después tuve que actuar con tranquilidad y cautela para así no caer en el "juego" y evitar tropezones o sobresaltos.

Mi loro Pedro —sí, así de original era su nombre— ya era un caballero de 35 años cuando lo empecé a cuidar, al casarme, puesto que era de mi esposo desde hacía años.

Pedro vivía en una enorme jaula que yo misma le hice, ya que no debía andar suelto, no tenía buen carácter con cualquiera, sólo conmigo. La jaula estaba cerca del lavadero, en donde pasaba mis buenos ratos diarios acondicionando la ropa de la familia, Pedro era mi compañero y cantábamos a dúo, aunque él llevase la mejor voz.

Cierta vez escuché el timbre, me sorprendí bastante, porque eran las diez de la noche y no es común que alguien te visite a esas horas. Mi casa es muy larga, corrí a la puerta y tras la ventana no vi a nadie. Volví sobre mis pasos y Pedro me miraba de lado con su ojito brillante, esperando que le rasque la cabecita. Al rato se escuchó el timbre otra vez y ahí caí en la cuenta de que no era tal, sino una imitación perfecta, en sonido y volumen, de la chicharra que estaba sobre la pileta del lavadero, ahí nomás de la distancia de la jaula.

Los demás timbres que sonaban en el tiempo siguiente, mientras vivió Pedro, hicieron que yo no corriera más hacia la puerta, por las dudas, no sea que fuese una broma más del pícaro lorito cantor.

Foto ilustrativa de Google.

¡Tenemos sed!

 Si no se trata de una enfermedad preexistente, si lo tienes al día con el veterinario, si no le falta el agua a su alcance siempre, la razón por la que tiene sed al amanecer puede ser porque le has dado de comer a la noche, ha tomado agua y se ha ido a dormir dentro de la casa, todo en poco tiempo.

No basta con el agua que toma después de comer. Si come alimentos balanceados, aún más. Por eso hay que darle de comer un poco más temprano o, sino, dejarle a mano un recipiente con agua para que tome durante la noche.

El alimento balanceado necesita agua para hincharse en su estómago y, con ello, favorecer la absorción de nutrientes y la digestión. Esa sensación la sentirá un buen rato después de comer, por eso no le basta el agua que tome inmediatamente de haber comido.

Cuando bañar a nuestro perro

 Sabido es que no es conveniente bañar al perro antes de sus vacunas, bastará pasarle un cepillo por su pelo, no necesita más, los cachorros no suelen oler tanto.

Después, de adultos, no es conveniente tampoco bañarlos seguido, porque su pelo está protegido por sus aceites naturales, y aunque huelan un poco a perro, éstos aceites le protegen. Los perros de exposición suelen pasar el año con el pelaje aceitado ex profeso por su dueño, y son bañados antes de las competencias. Salvo en caso de perros enfermos en la piel, que necesitan bañarse una vez por semana con productos medicinales, lo mejor es no bañar seguido a nuestros perros. Hay limpieza en seco con cepillos, que pueden ayudar a mantenerlos más limpios, si vivimos con él en un departamento. No deben ser demasiado perfumados estos productos, porque alteran la facultad olfativa del perro y no podrá cumplir esa parte de su misión natural.

Si los bañamos seguido, les quitamos esa protección aceitosa y el pelo se resiente, se vuelve opaco, además de correr peligro sus oídos que, al entrarles agua, contraen dolorosas y malolientes otitis.

Lo ideal es bañarlos solamente al comienzo de cada estación. O cuando se revolcaron en algo apestoso, que suelen hacerlo (suspiro). En verano, cuando hace demasiado calor, como ellos no transpiran por la piel como los humanos, sino por la lengua y las almohadillas de las patas, es muy divertido mojar el patio y dejar que jueguen un rato mientras regamos las plantas. Los hace felices y los refresca.

Y cuando no queda más remedio, hay que bañarlos con agua tibia, champú especial (¡nunca el de humanos, ni siquiera el de bebés! es desastroso para ellos) y enjuagarlos bien, procurando secarlos mucho, frotando con toalla y dejándolos, si es posible, al sol. O ayudando a secar un poco con un secador de pelo… si no se lo quieren comer a dentelladas, porque no a todos les gusta ese artilugio (experiencia propia).

El ovejero alemán, por ejemplo, por la abundancia de entrepelo, por más toalla, sol y secador que usemos, tarda 24 horas en secarse. Es importante no bañarlos demasiado seguido y que, además, el día sea propicio para ello.

Eso sí, te vas a divertir bañándolos, y te bañarás vos con ellos, eso es inevitable.

"Nos bañaron."

Cuando no quiere comer a solas

 Desde hace un poco más de dos meses me está pasando esto. Es insólito para mí, no me ha sucedido nunca en toda mi vida de tener perros.

Mi perra se niega a comer si está sola y, aclaro, es una perra valiente, jamás fue abandonada, puede decirse que es una mascota privilegiada porque vive sana, en paz y recibiendo mucho afecto.

Como tengo cierta experiencia (son muchos años, insisto), creo haberme dado cuenta de qué le pasa. Últimamente, con el frío de la noche y habiendo cerrado el taller, he venido a repasar mis correos, archivos y webs, como cierre del día, en mi escritorio. El plato de mi perra está a un metro y medio de mi silla. Si le doy de comer y me dedico a, por ejemplo, recoger la ropa, vaciar el lavarropas o cualquier otra cosa en la cocina o la casa, ella no come.

Y si me siento en mi silla a revisar mi PC, ella comienza a comer tranquila hasta que se termina todo el alimento.

¿Quid, quomodo, quo has sacado esa costumbre, perrita mía? Vaya a saber. Ningún animal es igual al otro, cada uno tiene su personalidad y sus costumbres.

Así que deberé suscribir a mi perra en Quora, porque es la hora en que me obliga a aprovechar el tiempo de su comida, para revisar las novedades.

domingo, 21 de agosto de 2022

Las mascotas, ¿nos ponen nombres?

 Que nos "nombren" no es algo seguro, ya que aún no sabemos del todo qué pasa exactamente por sus mentes. Pero que reconozcan nuestro nombre cuando alguien nos llama, sí. Lo veo a diario, y no sólo con personas.

Cuando salgo a llamar a mi gato, o a mi gata, mis perros ladran fuertemente, sumándose al llamado, "Saben", de algún modo, que tal nombre es de uno o del otro, así como saben cada uno cuál es el suyo propio.

Cuando alguien me llama a mí, estando yo lejos, en mi taller, al fondo, ellos vienen corriendo a avisarme que estoy siendo requerida por alguien. Y viceversa, a la hora de llamar a mi hijo, por ejemplo, van a buscarlo a él.

De alguna manera, los animales domésticos, en este caso los perros, saben de quien se trata al asociar los sonidos de determinadas palabras/nombres. Lo saben en serio. Es lo mismo, para ellos, saber que su colchón es una cucha, que una galletita es esa cosa crocantita y sabrosa, que "vamos a comer" significa que hay cena inmediatamente. Callate, quedate, vení, son palabras que ellos asocian perfectamente a la acción que le corresponde. Es lógico que también asocien a nosotros las palabras que escuchan a la gente que se dirige a nosotros.

De allí a que ellos nos pongan un nombre a nosotros es un tema aparte, y no estoy segura de que sea así.

Llamando con nosotros a los gatos.

Mi perro tiene pulgas

 Aaahhh. El tema de las pulgas, un drama, sí.

Yo he hecho de todo, bañarlos con champú especial, usar un líquido con base de ecthol (cuidado con él) para empapar luego su pelaje, rociar con insecticida la casa, todo eso es un paliativo pero no es en absoluto la solución total. Ni los collares antipulgas, ni las pipetas carísimas, mis perros son grandes y necesitaban otra cosa. Si tienes patio es peor, porque combates en la casa y en las mascotas —los gatos también, si tratas a tu perro, debes tratar a tu gato, sí o sí—, pero si tienes patio con pasto, si lo llevas a la plaza o a la playa, estás metido en un tema de nunca acabar.

Mi buen veterinario me trajo la solución mejor que existe, le estoy eternamente agradecida. Se acabaron los problemas y jamás volví a tenerlos. La solución consiste en darle, a tu perro, una pastilla por mes, una por mes, es genial, se la come de buen grado o se la puedes envolver en un poquito de carne picada.

A la media hora todas las pulgas se empiezan a morir, a las cuatro horas el perro está limpio, posiblemente se siga rascando porque ha quedado con lastimaduras, pronto sanará. Lo genial es que dura un mes el efecto, y pulga que ande por tu casa va hacia el perro y muere enseguida. Tu perro, si se puede decir, se convierte en un cebo andante que te deja la casa limpia de pulgas.

Mes a mes, se la vuelves a dar, preferentemente dentro de la misma fecha. No tiene contraindicaciones y tendrás un perro tranquilo y contento, porque las pulgas alteran los nervios, además de eso, tus nervios se restablecen junto con tu paz. No es nada agradable tener pulgas cerca, vade retro.

Te lo recomiendo altamente, gastarás un poco cada mes y ahorrarás en disgustos, tratamientos fallidos o trabajosos y muchas molestias. No sé de qué país eres, con seguridad encontrarás este medicamento en el local de tu veterinario vecino.

Cómo darle el medicamento al gato

 El veterinario que atiende a mis mascotas, es más que eso: es una eminencia reconocida en mi ciudad.

Ésto es lo que me enseñó, para darle una pastilla al gato sin morir en el intento.

1) Moler bien la pastilla.

2) Agregarle una pequeña cantidad de dulce de leche, mezclando bien como para hacer una albondiguita del tamaño de un garbanzo.

3) Deslizar con el dedo sobre la mano del gato, aplastando la albondiguita.

4) El gato odia estar sucio. Se lamerá y se comerá el medicamento.

Chin chan! 🎵🎶 🎵🎶

Que mi perro espere para comer

 Ante todo, hay que tener conciencia de que enseñarle esto a tu perro te va a doler. Como se debe enseñar desde pequeño, nada rompe más el corazón en la educación de mascotas que forzar a tu perrito a que no toque la comida.

Y es necesario hacerlo, porque de esta manera durante los diez años mínimos de convivencia que tengas con tu amada mascota, vas a vivir orden y paz a la hora de darle su cena, además de que le salvarás la vida al evitar que coma cosas levantadas en la calle que pudieran dañarle.

No importa cuán pequeño sea, cuando lo recibes, le das el plato de comida que pondrás en el piso. Saltará enloquecido de alegría y querrá apurarse a comer. Estarás, entonces, agachado y con una mano suave y firme sobre su pecho lo apartas hacia atrás y de dices: "No comas". O la voz que quieras darle para esta ocasión.

No entenderá, por supuesto, e intentará muchísimas veces volver al plato. "No comas", con seguridad y sin ningún atisbo de violencia, y lo apartas, te será fácil porque es pequeño. Si es más grande, no cedas, aprenderá igual, aunque te lleve un poquito más. Como todo lo que se le enseña a un perro, lleva su tiempo y su gran paciencia, aunque es una vez en su vida, ya que cuando lo aprende no necesitas hacerlo más.

Y sigue así. Él seguirá insistiendo hasta que, pobre chiquito, se cansará de ir para atrás con tu mano y se sentará, no falla. Ahí, entonces, esperas cuatro o cinco segundos y le dices: "Come". Te asombrará lo rápido que te entendió y lo palmearás diciéndole "muy bien, muy bien", dejándolo comer en paz.

Y vuelta a empezar en cada comida hasta que se acostumbre, te llevará unos pocos días, es maravillosa la predisposición que tienen para aprender. Terminará por quedarse sentado sin que le digas nada y esperando la orden de bajar al plato, cosa que hará tranquilamente porque sabe que está haciendo lo correcto y que nadie se lo impedirá.

Tengo dos perros grandes, si no hubiesen aprendido eso, como todos los que tuve, sería un engorro alimentarlos, ropa manchada, comida que se cae, peleas entre ellos y hasta accidentes por cruzarse ansiosamente en el camino. Que la convivencia con nuestras mascotas tenga pura paz, para ellos y para nosotros.

Esperando la voz de comer.

La mascota de mis sueños

 Bueno, soñar no cuesta nada… 

Importante: los animales salvajes no son mascotas. Nunca. Jamás. Su mundo es la selva, el monte, el desierto, aquél lugar en el que ha nacido sin intervención de humanos. Por eso lo mío es eso, sólo un sueño.

Sólo los animales domésticos pueden convivir con el ser humano, dejemos a los animales salvajes y/o exóticos en su sitio: la libertad y en su hábitat natural.