viernes, 2 de septiembre de 2022

Soltando pelo

 Si aceptamos tener un perro deberemos aceptar sus "bemoles". así como tener un auto es aceptar que hay que llevarlo al taller mecánico de vez en cuando, además de cambiarle aceite y filtros y más cosas; que tener una casa y arreglar sus goteras, sus pérdidas, renovar su pintura y limpiar todo…

Si aceptamos las consecuencias de tener algo, cualquier cosa, con más razón nuestro perro tiene derecho, como ser vivo que es, a que le aceptemos su condición natural de cambiar su pelaje dos veces por año. El proceso dura un mes, incluso menos si nos tomamos el mínimo trabajo que nos corresponde para ayudarle.

Si tiene pelo corto bastará con que compremos un guante de peinar. El mejor es el que tiene pinches de alambre con punta suave.

Así como nos higienizamos todos los días, a él lo peinamos todos los días, nos llevará cinco minutos, hagámonos el tiempo. Tendremos una bolsa cerca para tirar sus pelos adentro, a medida de que vayamos limpiando el guante. Además, es caricia extra para nuestra mascota, que se sentirá mimado y atendido y nos lo devolverá con notable cambio en el carácter.

Si nuestro perro tiene pelo largo, compraremos un peine para perros. Para mí es mejor que el cepillo, aunque cada uno decide cuál te resulta más. Tengo ovejeros de pelo largo y son pocas las razas que suelten tanto pelo, tanto pelo, montones de mechones enteros…

Yo tengo uno de estos, con ambos lados con dientes de acero, el lado fino y el lado grueso.

La tarea puede llevarnos diez minutos diarios, peinando en dirección del pelo siempre. Si lo hacemos una vez por semana, deberemos aguantar muchos pelos, si lo hacemos a diario, minimizamos enormemente la caída del pelaje, y la haremos más breve. Además de que nuestro perro se verá precioso y brilloso.

Nuestra mascota merece nuestra atención, no nuestro rechazo. Fue nuestro compromiso y nuestra responsabilidad tácitos al adoptarlo. Cumplamos.

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